El Banco Central de Honduras (BCH) ajustó la Tasa de Política Monetaria, elevándola del 3.0% al 4.0% para enfrentar la inflación y fortalecer la posición externa del país. La economía hondureña ha enfrentado desafíos desde 2022, como la pandemia del Covid-19, interrupciones en las cadenas de suministro y conflictos geopolíticos.
A nivel global, el endurecimiento de las políticas monetarias responde a la inflación impulsada por el aumento en los precios de materias primas y combustibles. En Honduras, el gobierno ha implementado subsidios en combustibles y electricidad para mitigar el impacto del alza de precios.
El BCH había mantenido la tasa en 3.0% para facilitar la recuperación económica, pero ante las presiones inflacionarias, decidió endurecer la política monetaria. Además, ha reducido la liquidez excesiva mediante operaciones de mercado abierto.
La actividad económica de Honduras ha mostrado un buen desempeño este año, aunque persisten riesgos que podrían afectar la inflación. La balanza comercial registró una disminución en exportaciones y un incremento en importaciones hasta mayo de 2024. Las reservas internacionales hasta el 31 de julio son de 6,932.2 millones de dólares, suficientes para cubrir varios meses de importaciones. El crecimiento del crédito al sector privado ha desacelerado, aunque mantiene tasas elevadas.