El ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, anunció la construcción de una cárcel de máxima seguridad en las Islas del Cisne para albergar a cabecillas de maras y pandillas de alta peligrosidad, quienes tendrían prácticamente imposible comunicarse con el exterior.
Esta medida busca limitar la operatividad de las estructuras criminales en el país. Según el ministro, el acceso a la comunicación y telecomunicaciones en la Isla del Cisne es casi nulo, dificultando la coordinación de actividades delictivas desde la prisión.
Investigaciones muestran que miembros de estas organizaciones tienden a ubicarse cerca de las cárceles donde están sus líderes, generando violencia y extorsión en las áreas circundantes. Sánchez Velásquez explicó que el traslado a una ubicación remota como la Isla del Cisne neutralizará su capacidad de operar.
Además, el Gobierno implementará reformas jurídicas para detener a más miembros de estas estructuras criminales. Este año se han desmantelado más de 500 estructuras, involucrando a unos 5000 miembros. Con las nuevas estrategias de seguridad y reformas, este número aumentará.
La construcción de esta cárcel es fundamental para albergar a los detenidos bajo las nuevas estrategias, contribuyendo a mejorar la seguridad en el país y reducir la influencia de las organizaciones criminales.