Al menos diez personas murieron en Indonesia debido a una serie de erupciones volcánicas que se han intensificado en la remota isla de Flores, según informó la Agencia Nacional de Gestión de Desastres de Indonesia.
La erupción en el monte Lewotobi Laki Laki justo después de la medianoche del domingo al lunes expulsó una densa ceniza marrón que alcanzó los 2.000 metros (6.500 pies) de altitud. Las cenizas calientes alcanzaron pueblos cercanos e incendiaron varios edificios, incluyendo un convento de monjas católicas, dijo Firman Yosef, un funcionario en el puesto de observación del monte Lewotobi Laki Laki.
El material volcánico llegó a hasta 6 kilómetros (3,7 millas) desde el cráter y cubrió aldeas y pueblos cercanos con toneladas de escoria volcánica, lo que obligó a huir a la población, señaló el funcionario.
Los rescatistas aún buscaban más cuerpos sepultados bajo casas derrumbadas, dijo Abdul Muhari, portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres. Muhari indicó que todos los cuerpos, incluyendo el de un niño, se encontraron en un radio de 4 kilómetros (2,4 millas) desde el cráter.
Al menos 10.000 personas han resultado afectadas por la erupción en el distrito de Wulanggitang y cuatro aldeas en el distrito de Ile Bura, indico Muhari. Algunos vecinos huyeron a casas de familiares mientras el gobierno local preparaba escuelas para usarlas como refugios temporales.
La agencia de monitoreo de volcanes del país aumentó el estado de alerta del volcán al nivel más alto y más que duplicó la zona de exclusión a un radio de 7 kilómetros (4,3 millas) después de la medianoche a medida que las erupciones se volvían más frecuentes.
Una monja en la aldea de Hokeng murió y otra estaba desaparecida, dijo Agusta Palma, responsable de la Fundación San Gabriel que supervisa los conventos en la isla mayoritariamente católica.
“Nuestras monjas salieron corriendo en pánico bajo una lluvia de ceniza volcánica en la oscuridad”, dijo Palma.
Fotos y videos que circulaban en redes sociales mostraban toneladas de escombros volcánicos que cubrían casas hasta el tejado en aldeas como Hokeng, donde el material volcánico caliente incendió viviendas.
El Lewotobi Laki Laki es uno de dos estratovolcanes en el distrito de Flores Oriental de la provincia de Nusa Tenggara Oriental, conocidos localmente como los montes esposo “Laki-laki” significa hombre y esposa. Su compañero es el Lewotobi Perempuan, o mujer.
Aproximadamente 6.500 personas fueron evacuadas en enero después de que el monte Lewotobi Laki Laki comenzara a entrar en erupción, expulsando densas nubes y obligando al gobierno a cerrar el aeropuerto Frans Seda de la isla. No se reportaron víctimas ni daños mayores, pero el aeropuerto ha permanecido cerrado desde entonces debido a la actividad sísmica.
En una videoconferencia el lunes, Muhammad Wafid, jefe de la Agencia de Geología del ministerio de Energía y Recursos Minerales, dijo que había diferencias entre la erupción de enero y la del lunes debido a un bloqueo de magma en el cráter, lo que redujo la actividad sísmica detectable mientras se acumulaba presión.
“Las erupciones que ocurrieron desde el viernes fueron debido a la acumulación de energía oculta”, dijo Wafid.
Es la segunda erupción volcánica en Indonesia en dos semanas. El monte Marapi, en la provincia de Sumatra Occidental, uno de los volcanes más activos del país, entró en erupción el 27 de octubre y expulsó gruesas columnas de ceniza al menos tres veces que cubrieron aldeas cercanas, aunque no se reportaron víctimas.
El Lewotobi Laki-laki es uno de los 120 volcanes activos en Indonesia, un archipiélago con 280 millones de habitantes. El país es propenso a terremotos, deslizamientos de tierra y actividad volcánica porque se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, un arco de fallas sísmicas en el Océano Pacífico.