¿Tu hijo, o alumno, tiene un trastorno del espectro del autismo (TEA) y te cuesta encontrar actividades para estimularle que le diviertan?
Si es así, ¡no te preocupes! Te traemos algunas ideas para que se diviertan a la vez que aprenden a desarrollar habilidades como la identificación de emociones, la socialización o el lenguaje. ¡Toma nota!
13 ideas de juegos y actividades divertidas para estimular a niños con TEA
Los juguetes de madera permiten trabajar diferentes habilidades, y tu hijo puede divertirse clasificando piezas de tamaños, formas y colores diversos.
A la hora de jugar con él, ten en cuenta que trabajar directamente en la mesa te ayudará a adecuar los apoyos visuales y todo el material que podamos necesitar.
Puzzles
Los puzzles van bien para trabajar habilidades visoespaciales y atencionales, prácticamente desde que son pequeños los niños, tengan o no TEA.
En el caso específico de niños con TEA, puede ser útil utilizar puzles muy visuales, de colores llamativos. Otra sugerencia es optar por puzzles con imágenes de escenas sociales, relacionadas con emociones… para trabajar estos aspectos.
También, aprovechar la hora del puzzle para promover el lenguaje, por ejemplo, señalando una pieza y preguntando, ¿qué ves aquí?
Juguetes para seguir con la vista
Una idea recomendable para potenciar la percepción visual; en este caso, os proponemos utilizar objetos elaborados con cartulina y suspenderlos en el aire con un hilo.
El adulto mueve el hilo y el niño sigue el juguete con la mirada. También podéis aprovechar para hacer el objeto juntos, a modo de manualidad.
Juegos de coches
Los juegos de coches son ideales para trabajar la estimulación visual y táctil. Podéis jugar juntos a poner los coches en el parking, a hacer carreras o circuitos, etc.
Juegos de construcción
Este tipo de juegos son útiles para desarrollar habilidades visuoespaciales, pero también cognitivas y motoras.
Encontramos diferentes opciones; desde legos hasta bloques de construcción, tangram… Podemos incluir la imitación en el juego (que imiten nuestra figura, construyéndola igual), el lenguaje (pedir que nos dé “X” piezas de “X” color), etc.
Crear historias con títeres
Este juego permite fomentar la interacción social y las habilidades comunicativas, aspectos que suelen conllevar dificultades en el TEA.
Podemos, por ejemplo, inventarnos con nuestro hijo una historia con títeres, y que los personajes expresen diferentes emociones.
Juegos para estimular la psicomotricidad

Estos juegos son ideales para promover la psicomotricidad; es decir, el agarre con pinza de los dedos, para que aprendan a sostener, pellizcar y manipular pequeños objetos, entre otras habilidades.
Son ejercicios que van bien hacer antes de la escolaridad, para ir preparando la escritura (ya que les ayudarán a sostener mejor los lápices, realizando un adecuado agarre de los mismos). Os proponemos algunas ideas:
Pompones y cajas de colores
Para este juego utilizaremos cajas de colores y pompones que coincidan con dichos colores; el niño tendrá que ir cogiendo los pompones uno a uno y clasificarlos según su color, en la caja correcta. Podrá usar los dedos o pinzas de plástico infantiles.
Haciendo collares con macarrones
En esta ocasión utilizaremos macarrones crudos y una cuerda o lana; se trata de ir enhebrando cada macarrón al hilo para formar una pulsera o un collar.
Clasificar diferentes materiales
Sobre un recipiente mezclaremos fideos, garbanzos, lentejas crudas y botones de tamaños y colores diferentes (podemos usar otro material).
La tarea consistirá en, mediante la pinza digital, recoger cada elemento y clasificarlo en diferentes botes o cajas.
¿Qué estoy imitando?
En este juego, uno imitará algo (una acción, un objeto, una situación, simulará que es el personaje de una película, etc.), y el otro, deberá adivinar de qué se trata.
Es un juego que puede adaptarse a cada edad en concreto (ajustando la dificultad en cada caso).
A través de él se puede aprovechar para trabajar las emociones (simulando determinadas emociones con el rostro, por ejemplo, y que el otro deba adivinar) y la empatía.
Este juego, que en esta ocasión se realiza en grupo (puede ser una buena opción para realizar en el aula), tiene el objetivo de estimular la socialización y la capacidad de reacción, además del reconocimiento y el emparejamiento de los colores.
Para jugar a él, debemos disponer de diferentes círculos de colores grandes que colocaremos, cada uno en el suelo, en un espacio diferente (por ejemplo, de la habitación): rojo, azul, verde y amarillo.
El que dirige el juego deberá tener cuatro círculos pequeños, uno de cada color, dentro de una bolsa en su poder.
Empieza el juego cuando el adulto saca un círculo; lo muestra a los niños y dice “ya!”. Todos deberán correr hacia el círculo correspondiente. Por ejemplo, si mostramos el círculo rojo, los niños deberán correr hacia ese mismo color.
Adivinanzas
Finalmente, las adivinanzas también pueden ser un recurso para jugar con niños con TEA.
Podemos aprovechar para hacer adivinanzas relacionadas con las emociones, o con la socialización, utilizando pistas visuales (un recurso que suele favorecer mucho, en el caso de los niños con TEA).
Esperamos que estos juegos y actividades divertidas para niños con TEA os inspiren para pasar buenos ratos en familia, a la vez que los niños desarrollan diferentes habilidades./Con información de Bebés y Más-