Hace 45 años, el mundo recibió una noticia que dejó una cicatriz imborrable en la cultura popular: John Lennon había sido asesinado en Nueva York.
La noche del 8 de diciembre de 1980, el ex Beatle regresaba al Dakota Building junto a Yoko Ono cuando Mark David Chapman, un joven de 25 años, se acercó por la espalda y disparó cinco veces. Cuatro balas impactaron en su cuerpo, provocándole heridas fatales en la espalda y el hombro izquierdo. Lennon, con apenas 40 años, fue llevado de inmediato al Hospital Roosevelt, donde fue declarado muerto a las 11:00 p. m. La causa: una hemorragia masiva imposible de revertir.
Horas antes, en un gesto que hoy resulta trágicamente irónico, Lennon había firmado para Chapman una copia de Double Fantasy.
El duelo de Yoko Ono y el nacimiento de un lugar para la memoria
Al día siguiente, Yoko Ono enfrentó al mundo con un mensaje de serenidad y profundo amor: “No hay funeral para John. John amaba y rezaba por la raza humana. Por favor, hagan lo mismo por él”.
El músico fue incinerado en el Cementerio Ferncliff y sus cenizas se esparcieron en Central Park. Años más tarde, ese espacio se convertiría en Strawberry Fields, un rincón dedicado a su memoria donde miles de admiradores se reúnen para rendirle homenaje. El sitio, cargado de simbolismo, se ha convertido en un santuario para quienes encuentran en su música una guía espiritual y un refugio emocional.
Mark Chapman: una condena que permanece
Chapman fue detenido en el lugar del ataque, mientras leía El guardián entre el centeno. Posteriormente fue declarado culpable de asesinato en segundo grado y condenado a cadena perpetua, con posibilidad de solicitar libertad condicional tras 20 años.
Ha pedido ese beneficio en varias ocasiones, pero sus solicitudes continúan siendo rechazadas. Su nombre sigue asociado a una de las tragedias más dolorosas del siglo XX, un acto que rompió la sensación de invulnerabilidad en torno a las grandes figuras de la música.
Un legado que aún ilumina
La muerte de Lennon no solo apagó a uno de los artistas más influyentes de la música moderna, sino que también hirió al movimiento pacifista que él ayudó a popularizar. Canciones como Imagine, Instant Karma! o Give Peace a Chance siguen siendo himnos universales que evocan su visión de un mundo más justo y más humano.
Cada 8 de diciembre, fans de todo el planeta se reúnen para recordarlo, demostrando que su voz y su mensaje continúan vivos, influyendo e inspirando a nuevas generaciones.
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