La hipertensión arterial es un enemigo silencioso que afecta a cerca de 1.300 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Cada año cobra más de 7.5 millones de vidas, al estar directamente relacionada con infartos, accidentes cerebrovasculares y fallas renales. Aunque muchos factores influyen en su desarrollo, la alimentación se ha convertido en un pilar clave para su prevención y control.
Un informe reciente de EatingWell, respaldado por investigaciones científicas, reveló siete alimentos que ayudan de forma natural a reducir la presión arterial. Ricos en nutrientes esenciales como potasio, magnesio, calcio, fibra y ácidos grasos omega-3, estos ingredientes no solo son fáciles de incluir en la dieta diaria, sino que también pueden marcar una gran diferencia en la salud cardiovascular a largo plazo.

La dieta que protege el corazón
La relación entre lo que comemos y nuestra presión arterial ha sido ampliamente documentada. Uno de los enfoques nutricionales más efectivos es la dieta DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión), que promueve el consumo de frutas, verduras, legumbres, frutos secos, lácteos bajos en grasa y pescados ricos en omega-3. Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine mostró que seguir esta dieta reduce significativamente la presión arterial en adultos hipertensos, incluso sin necesidad de medicamentos.
7 alimentos con poder terapéutico comprobado
1. Bananas (plátanos)
Altas en potasio, las bananas ayudan a equilibrar los niveles de sodio en el cuerpo, favoreciendo la relajación de los vasos sanguíneos. Un análisis en el Journal of Hypertension encontró que un aumento de 1.000 mg de potasio al día puede reducir la presión sistólica en unos 4 mmHg.
2. Remolachas
Ricas en nitratos naturales que se transforman en óxido nítrico un compuesto que mejora la circulación, su consumo habitual puede disminuir notablemente la presión. Advances in Nutrition reportó que el jugo de remolacha redujo la presión sistólica de forma consistente en personas hipertensas.
3. Pistachos
Estos frutos secos no solo son sabrosos, sino que también aportan potasio, magnesio y grasas buenas. Un ensayo clínico publicado en Hypertension mostró que una porción diaria (28 g) durante cuatro semanas redujo significativamente la presión arterial, sobre todo bajo situaciones de estrés.
4. Legumbres
Lentejas, porotos y guisantes son excelentes fuentes de fibra soluble, proteínas vegetales y minerales. Un metaanálisis en el American Journal of Clinical Nutrition reveló que su consumo frecuente puede disminuir la presión sistólica hasta en 5 mmHg.
5. Salmón
Este pescado graso contiene omega-3 (EPA y DHA), conocidos por su acción antiinflamatoria y vasodilatadora. Según Hypertension Research, los omega-3 pueden reducir la presión arterial entre 4 y 5 mmHg en personas con hipertensión no controlada.
6. Yogur natural
Fuente de calcio y compuestos bioactivos que influyen en la regulación vascular. El Framingham Heart Study, citado en International Dairy Journal, encontró que quienes consumen yogur habitualmente experimentan una reducción del 6.8% en la presión sistólica y del 3.6% en la diastólica.
7. Papas
Aunque a menudo subestimadas, las papas son ricas en potasio y fibra si se consumen con cáscara. Ayudan a reducir el sodio y mejorar la salud arterial.
Nutrientes esenciales en la lucha contra la hipertensión
Estos alimentos destacan por su alto contenido en nutrientes clave:
- Potasio: Equilibra los efectos del sodio y ayuda a reducir la presión arterial.
- Magnesio: Relaja los vasos sanguíneos y regula la función muscular y nerviosa.
- Calcio: Participa en la contracción y relajación vascular.
- Fibra soluble: Mejora la elasticidad arterial y combate la inflamación.
- Omega-3: Disminuye la presión y protege el sistema cardiovascular.
Un cambio a tiempo puede salvar vidas
Elegir lo que ponemos en el plato puede ser una forma poderosa y accesible de cuidar el corazón. Estos siete alimentos, respaldados por evidencia científica, no reemplazan el tratamiento médico, pero sí ofrecen una herramienta natural y efectiva para quienes luchan contra la hipertensión o desean prevenirla.
Antes de realizar cambios importantes en la dieta, especialmente si ya se sigue un tratamiento, es fundamental consultar con un profesional de la salud. Pero nunca es tarde para empezar: cada decisión saludable es un paso hacia una vida más larga y con mejor calidad.
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