El mundo de la música hispana llora la pérdida de uno de sus artistas más singulares y provocadores. Este 9 de diciembre de 2025 falleció Jorge Martínez, fundador, vocalista y guitarrista de Ilegales, conocido popularmente como “Jorge Ilegal”, a los 70 años. El músico enfrentaba un agresivo cáncer de páncreas, diagnóstico que lo obligó a suspender en septiembre la gira promocional de su último disco, y cuya noticia hoy deja un vacío irreparable en el rock español.
Martínez nunca fue un músico convencional. Su carrera se caracterizó por un estilo audaz y confrontacional, un torbellino de virtuosismo, rabia y humor negro que desafiaba los códigos de la música de su época. Desde sus primeras apariciones en los años 80, cuando España buscaba identidad tras la ebullición postfranquista, su estética radical y su música sin concesiones lo distinguieron de inmediato. Temas como “Tiempos nuevos, tiempos salvajes” o “Soy un macarra” se convirtieron en himnos generacionales, expresando una juventud que rechazaba lo domesticado y buscaba una verdad cruda y frontal.
Nacido en Avilés, Asturias, en 1955, Jorge Martínez comenzó su trayectoria musical en diversas agrupaciones locales, como Madson y Los Metálicos. Sin embargo, fue en 1982 cuando su carrera dio un giro definitivo con la creación de Ilegales. La banda, con su sonido irreverente y directo, grabó más de una decena de discos y consolidó una identidad única en la escena española. Su primer álbum, respaldado por el cantautor Víctor Manuel en 1985, vendió más de 200.000 copias, un logro impresionante para un grupo tan incendiario y alejado de la música comercial.
La capacidad de reinvención fue otra constante en su carrera. Tras la disolución de Ilegales en 2011, Jorge continuó explorando nuevos territorios musicales con Jorge Ilegal y Los Magníficos, donde incorporó boleros, cha-cha-chás y tangos, mostrando que su rebeldía también podía sonar elegante y nostálgica. El regreso de Ilegales en 2025 con el álbum Joven y arrogante reafirmó su esencia combativa, aunque la gira que acompañaba este trabajo fue interrumpida por su enfermedad, marcando una despedida prematura y emotiva.
El legado de Jorge Martínez trasciende la música: su obra no buscaba complacer, sino provocar, cuestionar y despertar emociones intensas. Su irreverencia y autenticidad lo convierten en un referente inolvidable, y su figura permanecerá viva en la historia del rock ibérico. Aunque su voz se apague, sus canciones seguirán resonando allí donde el espíritu del rock aún tenga algo que decir.
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