Agua, café o té: ¿cuánto beber para sumar años de salud?
Agua, café o té: ¿cuánto beber para sumar años de salud?
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Cada vez más personas buscan estrategias confiables para vivir más años y mejorar su bienestar, y la hidratación se perfila como una pieza clave. No se trata únicamente de beber agua: recientes estudios sugieren que una combinación equilibrada de agua, café y té puede ofrecer beneficios aún mayores para la salud.

Un amplio estudio realizado en el Reino Unido y difundido por MiNDFOOD revela que consumir entre siete y ocho bebidas al día, combinando estos tres líquidos, se asocia con un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa. Según el National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI, NIH), un estado adecuado de hidratación, medido a través de los niveles de sodio sérico, está vinculado a mayor longevidad y menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales y problemas crónicos de salud. La hidratación adecuada se confirma así como un factor clave y modificable para preservar la salud a lo largo del envejecimiento.

El análisis, que incluyó a 182,000 adultos, muestra que quienes mantienen entre siete y ocho bebidas diarias presentan un 28 % menos de riesgo de fallecimiento frente a quienes consumen menos de cuatro. Además, los investigadores identificaron que la proporción óptima consiste en mantener el agua como base, mientras que el café y el té se combinan en una relación de 2:3. Esta combinación no solo reduce el riesgo de mortalidad, sino también el de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, dejando claro que ninguna bebida por sí sola ofrece el mismo nivel de protección.

Los especialistas advierten, sin embargo, que exceder las nueve bebidas diarias, especialmente aumentando café o té a costa del agua, puede resultar contraproducente. La cafeína presente en estas bebidas tiene efecto diurético y puede favorecer la deshidratación, por lo que el agua siempre debe ser la base de la hidratación diaria. Cada líquido aporta beneficios específicos: el té mejora el estado de ánimo y reduce la incidencia de algunas enfermedades, mientras que el café se relaciona con menor riesgo de ciertos tipos de cáncer y problemas cardíacos.

La hidratación cumple funciones vitales: regula la temperatura corporal, lubrica las articulaciones, protege la médula espinal y facilita la eliminación de desechos. La falta de líquidos puede provocar fatiga, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza, molestias digestivas, calambres musculares y sequedad de piel y mucosas. Reconocer estos síntomas es fundamental para reponer líquidos a tiempo y proteger la salud.

Es importante tener en cuenta que las necesidades de hidratación varían según el clima, la edad, el estado de salud y la actividad física, por lo que cada persona debe adaptar su ingesta a sus circunstancias. Mantener una hidratación constante es esencial en todas las etapas de la vida y, junto con otros hábitos saludables, se convierte en un factor determinante para alcanzar una vida más larga y plena.

En definitiva, alternar agua, café y té en cantidades equilibradas puede transformar un hábito cotidiano en una herramienta poderosa para la salud y la longevidad, siempre que se escuche al cuerpo y se priorice la base de hidratación: el agua.

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