El canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, pidió "prudencia diplomática" a la coordinadora residente de la ONU en Tegucigalpa, Alice Shackelford, tras sus críticas a la construcción de una cárcel de "máxima seguridad" en las Islas del Cisne. Reina destacó que, debido al crimen entronizado durante el gobierno de Juan Orlando Hernández, se deben tomar medidas fuertes.

Shackelford expresó su preocupación por el enfoque en construir más prisiones en lugar de trabajar en prevención, y señaló la importancia del diálogo y el entendimiento. Ella se unió a biólogos, ambientalistas y defensores de derechos humanos en su desacuerdo, argumentando el daño ambiental que la prisión causaría en las Islas del Cisne.

La prisión albergaría a unos 2,000 presos de alta peligrosidad. Además, el Gobierno planea otra cárcel para 20,000 personas en una zona remota entre Olancho y Gracias a Dios, cerca de Nicaragua. Lucky Medina, secretario de Recursos Naturales y Ambiente, defendió la construcción como una medida de seguridad y cuestionó a los opositores, algunos de los cuales, según él, fueron aliados de la "narcodictadura" de Hernández, condenado en EE.UU. por narcotráfico.