Cómo fue la primera y poco conocida película sobre el hundimiento del Titanic
Cómo fue la primera y poco conocida película sobre el hundimiento del Titanic
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Mucho antes de que Leonardo DiCaprio y Kate Winslet inmortalizaran la tragedia del Titanic en la épica película de 1997 dirigida por James Cameron, una actriz realista y valiente decidió plasmar en la pantalla lo que vivió en carne propia durante aquella fatídica noche de abril de 1912. Se trata de Dorothy Gibson, una estrella temprana del cine mudo, que fue una de las sobrevivientes del desastre y protagonista de la primera película sobre el hundimiento del famoso transatlántico. A diferencia de la majestuosa recreación de Cameron, con su deslumbrante romanticismo y efectos visuales de vanguardia, la película de Gibson fue un esfuerzo modesto y cargado de controversia que buscaba capturar la atención del público apenas un mes después del suceso.

La película de Cameron, estrenada 85 años más tarde, se convertiría en un fenómeno cultural, rompiendo récords de taquilla y obteniendo 11 premios Óscar, incluyendo el de Mejor Película. El Titanic, con su historia de amor imposible entre Jack y Rose, logró que una nueva generación de espectadores se estremeciera con la tragedia y sintiera que revivían el hundimiento a través de la espectacularidad de Hollywood.

En cambio, “Saved from the Titanic”, la película que Gibson protagonizó y coescribió, intentó algo mucho más íntimo y perturbador: narrar una historia que era real, vivida en primera persona, por alguien que apenas había sobrevivido al hundimiento del barco.

Sin embargo, donde Cameron logró un éxito rotundo, la película de Gibson generó polémica. ¿Cómo era posible que alguien pudiera recrear y comercializar un hecho tan traumático, tan cercano en el tiempo? Con tan solo 31 días entre el hundimiento y el estreno de la película, Éclair Studios fue criticado duramente por lo que muchos vieron como un intento descarado de explotar el sufrimiento humano para obtener ganancias rápidas. Dorothy Gibson, por su parte, no quedó exenta del escrutinio público, con algunos especulando que su participación fue más fruto de la coerción que de una verdadera voluntad artística.

Un desastre convertido en cine: el estreno de “Saved from the Titanic”

El 14 de abril de 1912, la noche en que el RMS Titanic se hundió en las frías aguas del Atlántico, Dorothy Gibson se encontraba en el salón de primera clase, jugando una partida de bridge. Horas después, se encontraría sentada en el bote salvavidas número 7, mirando con horror cómo el majestuoso barco desaparecía bajo el agua. Solo cuatro semanas más tarde, aún traumatizada por la tragedia, Gibson se encontraba en el set de filmación, reviviendo esos momentos para la cámara en lo que sería la primera pelí

La producción, titulada “Saved from the Titanic”, fue una hazaña de rapidez y, para algunos, de mal gusto. Rodada por Éclair Studios y lanzada el 16 de mayo de 1912, apenas 31 días después del hundimiento, la película fue presentada como una recreación fiel del desastre, con Gibson interpretándose a sí misma y utilizando la misma ropa que había llevado la noche del naufragio. Este detalle, que pretendía añadir realismo a la producción, solo profundizó la crítica: el público no estaba preparado para ver tan pronto una recreación de los eventos que todavía estaban en la mente de todos.

Pese a las críticas, la película fue un éxito financiero. El público, ávido de detalles sobre el desastre, acudió en masa a ver la película, tanto en Estados Unidos como en Europa. Las imágenes de Gibson señalando en un mapa el lugar del naufragio, mezcladas con escenas del barco y el hielo, capturaron la atención de los espectadores. No obstante, algunos críticos condenaron duramente la producción. La New York Dramatic Mirror la calificó de “revolvente” y cuestionó cómo alguien podría atreverse a filmar una tragedia tan reciente. Otros, como la Moving Picture News, se burlaron de la falta de autenticidad, señalando que la película contenía “tan poco Titanic como las montañas de Ozark”.

El lado oscuro de la producción: controversia y explotación

El productor de la película, Jules Brulatour, con quien Gibson mantenía una relación sentimental, fue el principal impulsor detrás de la rápida realización del filme. Según algunos informes, Gibson estaba aún en estado de shock cuando comenzó a trabajar en la película. Descrita como “histérica” por algunos de los sobrevivientes que compartieron con ella el bote salvavidas, es probable que la actriz no estuviera emocionalmente preparada para recrear el horror que había vivido. De hecho, en más de una ocasión durante el rodaje, se dice que Dorothy Gibson estalló en lágrimas, incapaz de soportar la presión de revivir la tragedia.

Algunos creen que Gibson fue presionada por los estudios para participar en el proyecto, sin considerar plenamente las repercusiones psicológicas que podría tener en ella. La rapidez con la que se filmó y estrenó la película ha sido vista por los críticos como un ejemplo claro de cómo los estudios de cine de la época estaban dispuestos a sacrificar el bienestar de sus actores con tal de capitalizar el morbo del público. Esta explotación del sufrimiento humano, en un momento en que los cadáveres aún eran recuperados del océano, dejó una mancha en la historia de la película.

Un éxito financiero, pero una carrera truncada

El lanzamiento de “Saved from the Titanic” fue un éxito comercial indiscutible. El morbo y la fascinación por el desastre llevaron a miles de personas a las salas de cine. Dorothy Gibson recibió elogios por su actuación, en particular por su capacidad para transmitir el terror que había vivido. Sin embargo, la presión y el trauma acumulado fueron demasiado para la actriz. Después de la película, Gibson abandonó el cine y nunca volvió a trabajar en la industria. Este sería su último proyecto cinematográfico. A pesar de su éxito financiero, "Saved from the Titanic" desapareció en un incendio en 1914, quedando solo registros visuales del filme

Pero el destino de la película fue tan trágico como el propio Titanic. En 1914, un incendio en los estudios de Éclair destruyó las últimas copias conocidas de “Saved from the Titanic”, lo que convirtió a esta producción en uno de los muchos filmes perdidos de la era del cine mudo. Hoy en día, solo quedan fotografías y recortes de prensa que dan testimonio de esta extraña e inquietante pieza de la historia del cine.

El legado de una pionera del cine perdido

La película de James Cameron convirtió al Titanic en una leyenda contemporánea, mientras que la película de Dorothy Gibson trató de capturar el horror de una tragedia todavía caliente en la memoria colectiva. Aunque perdida para siempre, “Saved from the Titanic” sigue siendo un testimonio de la fugacidad del cine y del impacto del desastre en la cultura popular.

Mientras las generaciones futuras seguirán recordando el Titanic a través de las imágenes imborrables de DiCaprio gritando “¡Soy el rey del mundo!”, la historia de Dorothy Gibson quien sobrevivió la tragedia solo para revivirla frente a las cámaras es un capítulo olvidado de cómo el cine temprano, en su ambición por narrar lo real, también cruzó límites éticos aún difusos. Titanic, tanto en 1912 como en 1997, sigue siendo un símbolo de los peligros de la ambición, ya sea en el mar o en el cine. /Con información de Infobae-