Tras ocho intensas semanas de juicio y más de treinta testigos en estrado, el rapero Sean Combs, conocido como Diddy, fue declarado culpable este miércoles únicamente de los cargos menores que enfrentaba, lo que le permite evitar una condena a cadena perpetua. El veredicto marca un giro inesperado en un proceso que mantuvo a la opinión pública dividida y en vilo desde su inicio.

El jurado, tras trece horas de deliberaciones, concluyó que Combs no lideró una organización criminal ni participó en tráfico sexual, los cargos más graves que pesaban en su contra. Sin embargo, fue hallado culpable del delito de transporte con fines de prostitución, relacionado con sus exparejas Cassie Ventura y otra mujer que testificó bajo el nombre de "Jane". La sentencia que podría enfrentar ahora alcanza un máximo de 20 años de prisión, 10 por cada cargo.
La reacción al veredicto fue inmediata. En la sala, Diddy juntó sus manos en señal de gratitud hacia el jurado, mientras en el exterior del tribunal se congregaban simpatizantes que celebraban la decisión entre gritos de “¡Liberen a Diddy!”. Sus hijos y allegados abandonaron la corte entre música, alegría y muestras de alivio, mientras que su madre, Janice Combs, regresó brevemente para hacer la señal de paz sin mediar palabra.
Desde su detención, Combs ha permanecido en una prisión de Brooklyn. Su abogado, Marc Agnifilo, solicitó al juez su liberación bajo fianza de un millón de dólares, argumentando que ya no enfrenta cargos de crimen organizado ni tráfico sexual, y que no tiene acceso a su avión privado, actualmente estacionado en Maui. Propuso que la fianza fuera firmada por cualquier miembro de la familia presente en la audiencia. Sin embargo, la Fiscalía se opuso tajantemente, advirtiendo que Diddy aún representa un “riesgo de fuga” y una “amenaza para la sociedad”.
La audiencia para resolver su situación de libertad quedó programada para las 13:00 hora local (17:00 GMT), donde se espera que la Fiscalía refuerce su oposición a la liberación provisional del artista.
Durante el juicio, las fiscales intentaron demostrar que Combs dirigió durante dos décadas una red delictiva con actividades que incluían distribución de drogas, secuestros y explotación sexual. Incluso su exjefa de gabinete, Kristina Khorram, fue señalada como colaboradora en estas supuestas operaciones. No obstante, la defensa logró sembrar la duda en los jurados, insistiendo en que los actos descritos por las víctimas fueron consentidos y formaban parte de un estilo de vida compartido.
Así, aunque Diddy no queda libre de culpa, sí evita la condena más severa. El proceso judicial continúa, pero este veredicto representa un respiro para el artista de 55 años, cuya figura pública y carrera enfrentan uno de los momentos más complejos de su historia.