Ese “crack” en tus rodillas tiene una explicación
Ese “crack” en tus rodillas tiene una explicación
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Hay un momento en el que estás bajando las escaleras, agachándote para recoger algo o simplemente estirándote, y escuchas ese “crack” inconfundible en tus rodillas. Automáticamente te preguntas: ¿será normal? ¿estoy envejeciendo? ¿es el inicio de un problema serio? La respuesta es mucho menos alarmante de lo que parece.

El fenómeno se llama crepitus y, aunque suena intimidante, la mayoría de las veces no es motivo de preocupación. Según especialistas en ortopedia y revisiones científicas recientes, los ruidos articulares como crujidos o chasquidos suelen formar parte del funcionamiento natural de nuestras articulaciones. De hecho, pueden estar presentes en personas completamente sanas, sin lesiones ni enfermedades.

El lenguaje oculto del cuerpo: qué es el crepitus

El crepitus es el sonido que se produce cuando una articulación, como la de la rodilla, se mueve. Puede sonar como un chasquido, un crujido o incluso un roce suave. Este fenómeno tiene varias causas: la formación y colapso de pequeñas burbujas de gas en el líquido sinovial, el roce de tendones con huesos, o el desgaste progresivo del cartílago que actúa como amortiguador entre los huesos.

El doctor Mitchell McDowell, cirujano ortopédico, lo resume de forma sencilla: “Es una parte normal de la mecánica articular en la mayoría de los casos”. Así que no, no siempre significa que algo esté mal. A veces, solo estás escuchando el eco de tu propio cuerpo en movimiento.

¿Cuándo es solo un sonido y cuándo una señal de alerta?

El crujido en sí no es preocupante. Lo que sí requiere atención es si viene acompañado de otros síntomas como dolor constante, rigidez matutina prolongada, hinchazón o una sensación de bloqueo en la articulación.

Según estudios como el publicado en Rheumatology, una rigidez al despertar que dura más de una hora puede ser uno de los primeros signos de artrosis. La detección temprana, en estos casos, puede cambiar el rumbo del diagnóstico y brindar un mejor pronóstico.

¿A cuántas personas les crujen las rodillas? Más de las que imaginas

No estás solo: una revisión publicada en Osteoarthritis and Cartilage estimó que el 41% de la población general experimenta ruidos articulares en las rodillas. En personas con artrosis confirmada por radiografía, esa cifra se eleva al 93%.

Y aun así, la ciencia es clara: no hay una relación directa entre el crujido y el dolor. Puedes tener crepitus sin sentir molestia alguna, y puedes sentir dolor sin escuchar ningún sonido.

Factores que aceleran el desgaste, y cómo prevenirlo

Aunque el envejecimiento es un factor natural en el desgaste articular, no es el único. La genética, las lesiones previas y los hábitos de vida son determinantes. El exceso de peso, una vida sedentaria o el sobreuso de las articulaciones (como correr en asfalto o levantar peso de forma repetitiva) contribuyen a acelerar este desgaste.

También hay un enemigo silencioso: la inflamación crónica de bajo grado, provocada por dietas ricas en ultraprocesados, alcohol y tabaquismo. Este tipo de inflamación puede dañar tejidos articulares con el tiempo.

Lo que puedes hacer por tus rodillas (y por ti mismo)

Aunque los años pasan, tu cuerpo aún puede agradecerte los cuidados. Los expertos recomiendan:

  • Mantener un peso saludable
  • Incluir alimentos antiinflamatorios en la dieta (como pescados ricos en omega-3)
  • Asegurar una buena ingesta de calcio, vitamina D, vitaminas C y E
  • Practicar ejercicio regular de bajo impacto: caminar, nadar, andar en bicicleta o tai chi
  • Hacer entrenamiento de fuerza, para fortalecer los músculos que protegen la rodilla

Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia, incluso a los 40, 50 o más años. El movimiento consciente y el cuidado del cuerpo no tienen fecha de inicio ni vencimiento.

El sonido no siempre es una alarma

La medicina lo reafirma: tener crepitus no es sinónimo de enfermedad. Aunque se asocia a cambios estructurales visibles en imágenes médicas como osteofitos o desgaste del cartílago, eso no significa que se traduzca en dolor o discapacidad.

En palabras de los investigadores de BMJ journals: “El crepitus es común y, aunque puede relacionarse con patologías estructurales, no siempre representa una amenaza para la función ni la calidad de vida”.

Escuchar tu cuerpo es sabio. Entenderlo, aún más. A veces, un simple crujido solo es la rodilla diciendo que sigue ahí, acompañándote en cada paso.

Este artículo fue publicado originalmente en Infobae y está protegido por derechos de autor. Todos los derechos reservados a Infobae. Puedes consultar el artículo original en su (https://www.infoabe.com).