Los trastornos mentales entre los jóvenes han aumentado de manera constante en las últimas décadas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada siete adolescentes de entre 10 y 19 años sufre algún tipo de trastorno mental, lo que representa el 15 % de la carga global de enfermedad y mortalidad en este grupo etario. Estas cifras no solo reflejan estadísticas alarmantes: el suicidio es la tercera causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años, un recordatorio de la urgencia por visibilizar y atender esta problemática.
Cada 10 de octubre, en el Día Mundial de la Salud Mental, gobiernos, profesionales y comunidades de todo el mundo se enfocan en reflexionar y actuar para proteger el bienestar psicosocial de niños y adolescentes.

Los primeros años de la adolescencia: clave para la salud mental
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que la mitad de los trastornos mentales comienzan antes de los 14 años, siendo la depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento los más frecuentes. Estas afecciones no solo generan discapacidad durante la adolescencia, sino que también pueden limitar las oportunidades y la calidad de vida en la adultez si no se abordan a tiempo.
El entorno social tiene un impacto decisivo. La violencia, el acoso, la discriminación y la pobreza aumentan la vulnerabilidad de los jóvenes. Cuantos más factores de riesgo enfrentan, más profundo es el efecto en su salud mental. Además, los adolescentes que viven estigmatización o exclusión social tienen menos acceso a servicios de salud adecuados, perpetuando un ciclo de vulnerabilidad.
Desafíos en la era digital
El uso intensivo de redes sociales, superior a tres o cuatro horas diarias, se ha relacionado con un aumento de síntomas depresivos, ansiedad y baja autoestima. La exposición constante a modelos digitales idealizados genera comparación, búsqueda de validación externa y frustración.
Especialistas como Damián Supply, psicólogo del Hospital Italiano, destacan que la presión por alcanzar estos ideales digitales pone a los adolescentes en una posición de especial vulnerabilidad, amplificada por el fenómeno conocido como FOMO (miedo a quedarse afuera), que puede afectar sueño, ánimo y rendimiento académico.
Por eso, los expertos recomiendan educación digital, autorregulación en el uso de pantallas (no más de 3 horas al día), fortalecimiento de la autoestima y acompañamiento activo de familias y escuelas para reducir riesgos y fomentar el bienestar emocional.
Romper el estigma y fomentar la consulta temprana
El miedo al rechazo y la percepción errónea de que los problemas de salud mental son signos de debilidad retrasan la búsqueda de ayuda. La OMS enfatiza que la estigmatización sigue siendo una de las principales barreras para acceder a tratamiento adecuado, mientras que la OPS recuerda que la infancia y la adolescencia son períodos críticos para el desarrollo cerebral y emocional.
Prevención y construcción de entornos protectores
La promoción de entornos seguros, libres de violencia y con apoyo social puede cambiar radicalmente la trayectoria de vida de millones de jóvenes. Las estrategias recomendadas incluyen:
- Campañas de promoción psicosocial en escuelas y comunidades.
- Capacitación de docentes y personal de salud para detección temprana de trastornos.
- Fortalecimiento de habilidades emocionales y resiliencia frente a la adversidad.
“La calidad del entorno en el que crecen los niños y adolescentes es determinante para su bienestar, desarrollo y salud mental”, subrayan desde la OPS. Por ello, invertir en la prevención, la educación y la sensibilización no es solo necesario: es un compromiso con el futuro de toda la sociedad.
Conclusión
Cuidar la salud mental de los adolescentes requiere acción conjunta de familias, escuelas, comunidades y gobiernos. La información, la prevención y el acompañamiento temprano son herramientas poderosas para que los jóvenes puedan crecer, aprender y vivir con bienestar emocional, sin que el estigma o la falta de apoyo frenen su desarrollo.
Este artículo fue publicado originalmente en Infobae y está protegido por derechos de autor. Todos los derechos reservados a Infobae. Puedes consultar el artículo original en su (https://www.infoabe.com).