Freddie Mercury, 79 años de un legado eterno: talento, identidad y revolución musical
Freddie Mercury, 79 años de un legado eterno: talento, identidad y revolución musical
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El 5 de septiembre de 1946 nació en Zanzíbar Farrokh Bulsara, el niño que el mundo recordaría como Freddie Mercury, una de las figuras más magnéticas y revolucionarias de la música. A más de tres décadas de su partida, su legado sigue latiendo con la misma fuerza que cuando conquistó los escenarios del planeta.

De Zanzíbar a Londres: el origen de un ícono

La infancia de Mercury transcurrió entre un internado en India y la mudanza de su familia a Inglaterra en 1964, tras la independencia de Zanzíbar. Ese traslado resultó decisivo: Londres hervía de arte, moda y música, y el joven Freddie, mientras estudiaba diseño gráfico, se sumergió en ese universo. No solo afinó su talento musical, también dejó huella en lo visual, creando años más tarde el famoso logotipo de Queen, cargado de símbolos astrológicos de los miembros de la banda.

Queen y el arte de romper moldes

Con Queen, Mercury no buscaba ajustarse a las reglas: las desafiaba. La banda fusionó rock, ópera y glam para dar vida a un sonido único que regaló himnos eternos como Bohemian Rhapsody y We Will Rock You. Freddie no solo componía, sino que imaginaba cada concierto como un espectáculo teatral: vestuario exuberante, luces coreografiadas y una entrega total que convertía al público en protagonista. El punto más alto llegó en el Live Aid de 1985, veinte minutos que bastaron para consagrarlo como uno de los intérpretes más grandes de la historia.

Una voz fuera de lo común

Detrás de su carisma escénico, Mercury escondía un don inigualable: su voz. Capaz de recorrer más de tres octavas, iba del barítono profundo a los agudos brillantes con una naturalidad asombrosa. Investigaciones científicas realizadas en 2016 demostraron que su vibrato era más rápido y potente que el de la mayoría de cantantes, lo que otorgaba a sus interpretaciones una energía vibrante. Su versatilidad lo llevó del rock duro a las baladas íntimas y hasta a duetos con figuras de la ópera como Montserrat Caballé.

El hombre detrás del mito

Sin embargo, tras el showman seguro de sí mismo, había un ser humano vulnerable. Estudios sobre su vida lo describen como un “gran pretender”, alguien que usaba el escenario como máscara para enfrentar sus dudas sobre identidad, pertenencia y sexualidad. Esa dualidad se reflejaba en su música: entre la euforia y la majestuosidad de sus presentaciones, también aparecían letras que hablaban de soledad, fragilidad y búsqueda de amor.

Los últimos años y la eternidad de su arte

En 1987, Mercury fue diagnosticado con VIH, un golpe que no apagó su creatividad. Continuó grabando hasta el final, dejando como legado canciones como The Show Must Go On, que hoy resuenan como despedidas anticipadas. Falleció el 24 de noviembre de 1991 en Londres, apenas un día después de anunciar públicamente su enfermedad.

Su muerte no apagó la llama: la multiplicó. Queen sigue llenando estadios, su figura inspira películas y documentales, y nuevas generaciones lo descubren con la misma fascinación que aquellos que lo vieron en vida. Freddie Mercury es hoy símbolo de libertad creativa, diversidad e intensidad artística.

El 5 de septiembre no es solo un aniversario: es la oportunidad de recordar a un hombre que convirtió la música en arte total y que, aún después de su partida, sigue cantando en el corazón del mundo.

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