La sonda china Tianwen-1 ha hecho historia al convertirse en la primera nave en observar un objeto interestelar desde la órbita de Marte, captando imágenes del cometa 3I/Atlas, informó este jueves la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA).

La cámara de alta resolución de la sonda registró el cometa a unos 30 millones de kilómetros de distancia, revelando con claridad su núcleo y la coma que lo rodea, de varios miles de kilómetros de diámetro. Entre el 1 y el 4 de octubre, Tianwen-1 logró capturar los movimientos del cometa, permitiendo a los científicos elaborar una animación detallada de su trayectoria.
Según Liu Jianjun, diseñador jefe del sistema de aplicaciones terrestres de la misión, la observación fue posible gracias a que la sonda marciana ofrece una perspectiva única: durante su acercamiento, la alineación del cometa con la Tierra y el Sol impedía su estudio desde nuestro planeta. Además, el objeto es extremadamente débil, entre 10.000 y 100.000 veces menos luminoso que la superficie de Marte, y se mueve a 86 kilómetros por segundo respecto a la nave, lo que convirtió la captura en un verdadero desafío técnico.
Descubierto el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS en Chile, el cometa 3I/Atlas es el tercer objeto conocido proveniente de fuera del Sistema Solar, tras ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Se estima que tiene entre 3.000 y 11.000 millones de años, siendo incluso más antiguo que nuestro propio Sistema Solar, y que se formó alrededor de estrellas del disco grueso de la Vía Láctea.
La CNSA destacó que este logro no solo representa un avance científico sin precedentes, sino que también servirá como ensayo técnico para la misión Tianwen-2, dedicada a la exploración de asteroides cercanos a la Tierra.
Desde su llegada a la órbita marciana en febrero de 2021, Tianwen-1 ha operado de manera estable durante más de cuatro años y medio, consolidando el liderazgo de China en la exploración planetaria. Este éxito se suma a otros hitos del programa espacial chino, como la misión Chang’e 4, que logró alunizar por primera vez en la cara oculta de la Luna, y la llegada a Marte, colocando a China como el tercer país en amartizar, después de la extinta Unión Soviética y Estados Unidos.
Con esta observación, China demuestra no solo su capacidad tecnológica, sino también su ambición por explorar los rincones más remotos del cosmos, desde la superficie marciana hasta los cometas que viajan entre estrellas.
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