La revolución de la inteligencia artificial avanza a un ritmo vertiginoso, y América Latina se niega a quedar al margen. Con esa convicción nace Latam-GPT, un proyecto que busca cambiar el rumbo tecnológico de la región al desarrollar un modelo lingüístico de gran escala, entrenado desde y para los contextos latinoamericanos.
La iniciativa, liderada por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA) de Chile, se presenta como una apuesta libre, abierta y colaborativa. Su meta no es solo crear un modelo competitivo, sino fortalecer la independencia tecnológica y sentar las bases de un ecosistema digital con identidad propia.
“Latam-GPT es una herramienta construida colectivamente para comprender las lenguas, culturas y realidades de nuestra región”, sostienen sus impulsores. Con más de 33 instituciones académicas y tecnológicas involucradas, el proyecto se perfila como un esfuerzo regional sin precedentes, capaz de unir conocimiento, infraestructura y visión de futuro.

Una inteligencia artificial pensada para la región
El modelo, cuya primera versión se lanzará en 2025, está entrenado con más de ocho terabytes de datos y un corpus de 2,6 millones de documentos recopilados en 20 países de América Latina y España. Con 50 mil millones de parámetros, su escala lo coloca al nivel de GPT-3.5, permitiéndole realizar tareas complejas como traducción, razonamiento o comprensión de matices culturales.
La diferencia clave es su enfoque regional: Latam-GPT podrá responder con mayor profundidad a temas vinculados a la historia, geografía, expresiones y problemáticas de los pueblos latinoamericanos. En lugar de competir directamente con gigantes como OpenAI, Google o Meta, busca ser una herramienta útil para la vida cotidiana de millones de personas, desde la educación y la salud hasta la agricultura o la gestión pública.
Supercomputación con sello chileno
Para hacer realidad un modelo de esta magnitud, se ha creado un centro de supercomputación en la Universidad de Tarapacá, en Arica (Chile). Con una inversión de 10 millones de dólares, el clúster cuenta con 12 nodos equipados con GPU Nvidia H200 de última generación, capaces de entrenar modelos de gran escala sin depender exclusivamente de servicios de nube internacionales.
Este logro marca un hito para la región: por primera vez, América Latina desarrolla capacidad de cómputo de este nivel con fines de investigación en inteligencia artificial. Más allá del modelo en sí, la infraestructura abre la puerta a nuevas iniciativas científicas y tecnológicas que demanden alta potencia de procesamiento.
Un proyecto para la soberanía digital
Latam-GPT simboliza algo más que un avance técnico: representa un paso hacia la soberanía tecnológica. Su carácter de código abierto permitirá que universidades, gobiernos y startups accedan al modelo para adaptarlo a sus necesidades. Esta democratización del conocimiento busca reducir la brecha global y garantizar que el desarrollo digital no dependa exclusivamente de actores externos.
De aquí a 2030, la hoja de ruta del proyecto contempla la creación de modelos más grandes, integrando tecnologías multimodales que incorporen texto, imagen y video. El objetivo final es construir un ecosistema de inteligencia artificial latinoamericano, capaz no solo de consumir tecnología, sino también de producirla.
En un futuro ideal, estudiantes, médicos, agricultores y creadores podrán utilizar IA que entienda su idioma, su contexto y su cultura. Latam-GPT no es solo un modelo lingüístico: es un acto de afirmación colectiva, una manera de decirle al mundo que América Latina también puede liderar la innovación, con raíces profundas y voz propia.
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