Lo que la ciencia dice sobre los beneficios y riesgos de la cúrcuma
 Lo que la ciencia dice sobre los beneficios y riesgos de la cúrcuma
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La cúrcuma, ese vibrante polvo dorado que ha acompañado la medicina tradicional durante siglos, se ha ganado en los últimos años un lugar privilegiado como suplemento natural en todo el mundo. Su fama se basa no solo en su sabor y versatilidad culinaria, sino también en la promesa de múltiples beneficios para la salud.

Recientemente, una exhaustiva revisión científica publicada en Frontiers in Pharmacology ha puesto bajo la lupa los efectos terapéuticos de la cúrcuma y, en particular, de su compuesto activo principal: la curcumina. Analizando 25 meta-análisis de ensayos clínicos aleatorizados realizados hasta junio de 2024, esta revisión evalúa la administración oral de curcumina en adultos sanos y con diversas condiciones médicas, ofreciendo una visión crítica y basada en evidencias.

Beneficios prometedores, respaldados por la ciencia

Los resultados preliminares son alentadores en áreas clave para el bienestar: metabolismo, inflamación, dolor y salud mental. Entre los hallazgos más destacados se encuentran:

  • Mejoras en el perfil lipídico y la presión arterial: Algunos estudios señalan reducciones en colesterol total, triglicéridos, colesterol LDL y presión arterial, aunque estos efectos varían especialmente en personas con diabetes tipo 2 o enfermedades hepáticas.
  • Disminución de la inflamación y el estrés oxidativo: Se observaron reducciones significativas en marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva (CRP), el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) y la interleucina-6 (IL-6), beneficiando sobre todo a pacientes con artritis reumatoide o síndrome de ovario poliquístico.
  • Apoyo al metabolismo y control glucémico: En pacientes con diabetes tipo 2, síndrome metabólico o hígado graso no alcohólico, la curcumina ayudó a reducir niveles de glucosa, hemoglobina glicosilada (HbA1c) y resistencia a la insulina.
  • Alivio del dolor y mejora articular: La curcumina mostró eficacia similar a los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) en personas con osteoartritis, además de beneficios en dolor muscular postejercicio y en la mejora de fuerza y flexibilidad.
  • Impacto en salud mental y cognitiva: Se detectaron mejoras en síntomas de ansiedad y depresión, así como en la función cognitiva de adultos mayores sin demencia, aunque los resultados en enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer fueron variables.
  • Reducción de síntomas ginecológicos: Mujeres con dismenorrea primaria o síndrome premenstrual reportaron una disminución en la intensidad de sus síntomas físicos, emocionales y conductuales.
  • Otros beneficios potenciales: Estudios preliminares sugieren mejoras en funciones hepáticas y renales, calidad de vida en pacientes oncológicos, y menor mortalidad en casos de COVID-19, aunque se recomienda interpretar estos datos con cautela.

Precauciones y límites de la evidencia actual

A pesar de estos resultados prometedores, la revisión también alerta sobre importantes limitaciones:

  • La falta de protocolos registrados previamente dificulta evaluar la transparencia científica.
  • La heterogeneidad en las dosis, formulaciones, poblaciones y herramientas de medición reduce la uniformidad de los hallazgos.
  • Muchos estudios tienen muestras pequeñas y periodos cortos, lo que limita la evaluación de la seguridad a largo plazo.
  • El sesgo de publicación, al centrarse en estudios en inglés, puede excluir evidencia relevante.

Por ello, los expertos recomiendan considerar con prudencia las afirmaciones sobre la cúrcuma hasta que se disponga de investigaciones más sólidas y completas.

Seguridad: leve, pero con reservas

En términos de efectos adversos, la cúrcuma y la curcumina oralmente administradas en las dosis estudiadas son generalmente seguras. Las molestias reportadas suelen ser leves y de tipo gastrointestinal, como náuseas, diarrea, dolor abdominal y estreñimiento. También se han registrado casos aislados de dolor de cabeza, mareos y erupciones cutáneas.

No obstante, debido a la falta de datos sobre su uso prolongado, especialmente en personas con enfermedades crónicas o que toman múltiples medicamentos, se aconseja no automedicarse y buscar supervisión médica antes de incorporarla como suplemento habitual.

La cúrcuma sigue siendo una fuente de esperanza y curiosidad, un puente entre sabiduría ancestral y ciencia moderna. Mientras su historia continúa escribiéndose en laboratorios y cocinas, el equilibrio entre beneficio y precaución será la clave para aprovechar todo su potencial en nuestra salud.

Este artículo fue publicado originalmente en Infobae y está protegido por derechos de autor. Todos los derechos reservados a Infobae. Puedes consultar el artículo original en su (https://www.infoabe.com).