Este 15 de julio, Marc Steven Bell más conocido en el mundo como Marky Ramone celebra sus 73 años de vida, y con ellos, más de cinco décadas entregadas al ritmo frenético del punk rock. Desde su natal Brooklyn hasta los escenarios más grandes del planeta, su legado sigue siendo un eco poderoso del movimiento que marcó a generaciones.
Antes de adoptar el apellido más ruidoso del rock, Marky ya era un rostro familiar en la escena underground de Nueva York. Formó parte de proyectos clave como Wayne County and The Electric Chairs y los influyentes The Voidoids de Richard Hell, donde afiló su técnica y actitud antes de dar el salto definitivo.
En 1978, The Ramones la banda que definiría el punk como una fuerza cultural global lo sumó a sus filas tras la salida de Tommy Ramone. Fue una transición natural: Marky aportó un estilo de batería sólido, veloz y preciso que se fundió con la esencia del grupo. Su debut discográfico con ellos fue en Road to Ruin, donde su talento se inmortalizó en temas como “I Wanna Be Sedated”, y su primer show en vivo como Ramone ocurrió el 29 de junio de ese mismo año.
Pero como toda gran historia del rock, también hubo sombras. En 1982, Marky dejó la banda para enfrentar su batalla contra el alcoholismo. Su ausencia duró cinco años, hasta que en 1987, ya rehabilitado, volvió a tomar las baquetas para escribir los últimos capítulos de The Ramones, incluyendo la emotiva gira final que culminó en 1996, cuando el grupo decidió despedirse definitivamente.
Desde entonces, Marky ha sido mucho más que un ex Ramone: ha sido el guardián de un legado. Con su banda Marky Ramone’s Blitzkrieg, ha recorrido el mundo interpretando los himnos que definieron una era, manteniendo viva la llama del punk. Chile ha sido uno de los países que más ha sentido ese latido: su última visita fue en Lollapalooza 2022, donde miles corearon canciones que, pese al paso del tiempo, siguen siendo un grito de rebeldía.
A sus 73 años, Marky Ramone no solo es el último gran baterista de los Ramones; es, también, la memoria viva de una banda que cambió la historia del rock con apenas tres acordes y una actitud indomable.
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