El fútbol da muchas vueltas, y sino que se lo digan a Martin Braithwaite, que ha pasado de salir del Espanyol como agente libre hace menos de un mes rumbo al Gremio a hacer cuentas para convertirse en el máximo accionista del club perico.
Tras el ascenso del Espanyol a Primera División, con el delantero danés siendo una pieza clave -22 goles y dos asistencias en 39 partidos-, Braithwaite se esperó al pasado 15 de julio para que expirase su claúsula y poder salir libre. Como se pudo ver el día que consumaron el ascenso, la relación del ex del Barça con la directiva perica no era la mejor.
"Ahora tenemos que disfrutar y a ver qué pasa en el futuro. No sé nada, hablaré estos días. Hace un año el club me hizo una oferta de renovación, pero fue una falta de respeto. A ver si quieren que siga aquí porque la oferta que tuve hace un año demuestra que no confían en mí", declaró en mitad de la fiesta de ascenso. Ahora está pendiente de que le salgan los números para ser propietario del club.
El fútbol, un 'hobbie' para un millonario
Al contrario que la mayoría de fútbolistas, cuyo sustento económico depende del sueldo que les aporta el deporte rey, la realidad de Braithwaite es muy diferente. Martin es propietario de una empresa de negocios inmobiliarios en EEUU, un restaurante en Gavá y una línea de ropa, que le permiten figurar en la lista 'Forbes' como uno de los futbolistas más ricos de la actualidad.
Por este mismo motivo, Braithwaite quiere echar a un lado a los actuales propietarios del Espanyol, que no le dejaron salir el pasado verano en busca de un club en Primera y le acabó costando el ir a la Eurocopa. El seleccionador danés le dijo que jugando en Segunda División no iba a tener posibilidades, y así fue, algo que se le quedó marcado a Martin.
Ahora, es Martin el que tiene la sartén por el mago, y mientras da sus últimos coletazos como profesional en la Liga Brasileña, también hace negocios más allá del terreno de juego para convertirse en máximo accionista del Espanyol. /Con información de Marca-