París cierra con brillo futurista unos Juegos para la historia
París se despidió a lo grande de sus Juegos. Las actuaciones estuvieron llenas de simbolismos y de mucha emotividad
Categoría

París cerró con una brillante ceremonia de corte futurista sus Juegos Olímpicos, que pasarán a la historia por su ambición y por convertir la ciudad en un monumental estadio al aire libre.

El festejo intentó mostrar una Francia orgullosa a la vez de su tradición y de su apuesta por el futuro, y que ha protagonizado estos Juegos, que desde el 26 de julio han discurrido entre modernos recintos llenos de tecnología y los principales monumentos de París convertidos en espectacular escenario.

La ceremonia comenzó en los jardines de los Tullerías, al pie del pebetero, donde la cantante Zaho de Sagazan interpretó ‘Sous le ciel de Paris’, la canción más emotiva sobre el espíritu de la ciudad, que hicieron famosa figuras como Édith Piaf o Yves Montand.

Después, apareció entre las ovaciones del público el héroe francés de estos Juegos, el nadador Léon Marchand, ganador de cuatro oros y un bronce, para recoger de forma simbólica el fuego del pebetero y llevarlo al estadio.

Ante 71.500 espectadores que llenaron el Estadio de Francia en Saint Denis, cerca de 9.000 deportistas y acompañantes de las 205 delegaciones que han participado en estos Juegos se fueron concentrado en el centro del estadio.

Tradición y modernidad en la música y la danza

El repertorio musical incluyó temas que tienen un lugar especial en el corazón de los franceses, como ‘Emmenez moi’, de Charles Aznavour, o ‘Champs Elysées’, de Joe Dassin, antes de pasar a un repertorio más bailable como ‘Freed from desire’, de Gala Rizzatto, sin olvidar el inevitable ‘We are the champions’, de Queen.

Tras la entrega de las medallas del maratón femenino y un homenaje a los 45.000 voluntarios, comenzó una ceremonia, llamada ‘Records’, obra de Thomas Jolly -responsable también de la apertura en el Sena- y que se desarrolló en un escenario que recreaba los cinco continentes.

Hubo evocaciones a la antigua Grecia como país originario del olimpismo, y apareció la famosa escultura de la Victoria de Samotracia, que se exhibe en el Louvre.

Decenas de figurantes enmascarados se descolgaron del techo del estadio para una danza contemporánea sobre el descubrimiento de los anillos olímpicos, y el intérprete lírico Benjamin Bernheim interpretó el ‘Himno a Apolo’, el tema musical más famoso de la Grecia antigua.

Después, cinco gigantescos anillos dorados quedaron suspendidos sobre el centro del estadio, en una ceremonia breve y muy en la tradición de los espectáculos franceses de danza y teatro contemporáneos.

Al acabar, cientos de atletas subieron al escenario para intentar situarse sobre sus países, antes de que la megafonía les pidiera que bajaran.

Luego llegó la fiesta musical, con algunos de los nombres de la música más moderna que se hace en Francia, con intérpretes como Phoenix, Kavinsky o la belga Angèle.

«París ha sido una fiesta»

Ante seis de los atletas más destacados de estos Juegos, entre ellos el cubano Mijaín López, que ha logrado su quinto oro olímpico consecutivo, el presidente del Comité Organizador, Tony Estanguet, destacó: «Hemos vivido unos Juegos como nunca lo habíamos hecho».

«París ha sido una fiesta y toda Francia ha sido olímpica», añadió.

El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, proclamó que París 2024 «han sido los primeros Juegos Olímpicos de una nueva era», y destacó que los atletas olímpicos han hecho «brillar como nunca a la Ciudad de la Luz».

En el palco de autoridades, además del presidente Emmanuel Macron y numerosos dirigentes internacionales, estaban Doug Emhoff, el marido de la vicepresidanta estadounidense, Kamala Harris, o la reina emérita española Sofía.

Los Ángeles 2028 entra en acción

Y le llegó el turno a la próxima ciudad olímpica, que recogió la bandera de los cinco anillos y mostró un anticipo de lo que puede esperarse dentro de cuatro años.

No podía faltar la referencia a Hollywood. Tal como se había filtrado, el actor Tom Cruise protagonizó una secuencia que recuerda a los filmes de acción que han caracterizado su carrera en las últimas décadas, al ser descendido desde el techo colgado con un cable y un arnés.

Tras correr entre los deportistas subió al escenario y recogió de la gimnasta estadounidense Simone Biles la bandera olímpica y la montó en una motocicleta, a bordo de la cual salió en un metafórico viaje hasta la metrópoli californiana.

A continuación, se transmitió en directo desde las playas de Los Ángeles una fiesta musical con actuaciones de grandes estrellas de la canción surgidas de California y de estilos tan diversos como Red Hot Chili Peppers, Snoop Dogg o Billie Eilish.

Finalmente, la llama olímpica llegada de las Tullerías en un candil se apagó y Bach, «con el corazón lleno de emoción», declaró oficialmente clausurados los Juegos Olímpicos de París 2024 y convocó al mundo olímpico a congregarse dentro de cuatro años en Los Ángeles.

La ceremonia concluyó con un guiño francés a Estados Unidos pero a la vez una reivindicación de orgullo propio: la cantante francesa Yseult interpretó la inolvidable ‘My way’. /Con información de EFE-