Te has preguntado: ¿Qué pasa con nuestra salud después de venir de vacaciones de verano y necesitamos para reintegrarnos nuevamente a nuestras labores?

Hemos esperado con ansias las vacaciones de semana santa, algunas personas aprovecharon esta oportunidad por poder viajar, otros prefirieron quedarse en casa y hacer actividades locales y otros aprovecharon estos días para poder conectarse de manera espiritual; independientemente del tipo de actividades que hayamos realizado, todos sin duda regresamos a nuestra rutina diaria.
En este mundo cada vez más acelerado, experimentamos muchas tensiones que nos provocan estrés crónico uno de los grandes males de estos tiempos; produciéndonos mucha ansiedad la cual viene a impactar en nuestra salud mental y corporal. Es por ello, por lo que invertir tiempo en nosotros mismos y nuestras aficiones se convierte en algo importante y deseable para sentirnos bien y poder recargar las energías necesarias que nos ayuda a mantenernos activos y positivos.
“Los beneficios más inmediatos que se perciben después de unas vacaciones, sin duda, es la disminución de los niveles de estrés”
¿Qué nos dice la ciencia acerca de las vacaciones en nuestra salud?
Los estudios científicos han mostrado que el descanso de la rutina diaria es esencial para la salud física y emocional. ¿Pero cuánto dura este beneficio?, algunas investigaciones han demostrado que el bienestar con el que regresamos de las vacaciones comienza a desaparecer en una semana y a la siguiente semana volvemos a estar tan cansados como estábamos antes de tomar el descanso, es decir es momentáneo.
¿Pero, cómo hacemos para prolongar este bienestar y mantenernos siempre activos?
Siempre estamos hablando de que las actividades físicas y la buena alimentación juegan un papel importante para cuidar de nuestra salud, el trabajar desde casa o salir a trabajar no es impedimento para no dejar un espacio para cuidar nosotros mismos.
Sigue estos consejos:
- Realiza ejercicios cardiovasculares e incluye algunas rutinas de fuerza muscular, puedes comenzar a caminar, trotar, correr e incluir en estas rutinas algunas de fuerza con cuerdas, recuerda que debes hacerlo poco a poco, siempre consulta con un especialista quién indicará las rutinas que dependiendo a tu condición puedes realizar.
- Realiza pausas activas, que nos ayudan a disminuir la conducta sedentaria, el poder levantarnos y despejar nuestra mente unos 10 minutos ayudará a mejorar nuestra concentración.
- No comas por aburrimiento o por estrés, tendemos a comer sin necesidad porque nuestra mente piensa que necesitamos alimento cuando en realidad no lo necesitamos y esto comienza a transformarse en un hábito no saludable.
- No sigas ninguna dieta porque está de moda, recuerda siempre acudir a un especialista quién te dará las indicaciones necesarias de acuerdo con tus condiciones.
- Modera el consumo de alcohol: el alcohol daña a corto y largo plazo el sistema inmune y aporta calorías vacías.
- Haz tus chequeos anuales, siempre es importante poder estar monitoreando nuestra salud para poder tomar decisiones a tiempo. Visita tu médico de confianza quién te recomendará el tipo de exámenes a realizarse según tu edad.
- Consume verduras y proteínas: incluye en tus comidas este tipo de alimentos a diario.
- Consume mucha agua: recuerda tomar por lo menos 8 vasos de agua diariamente.
- Cuida de tus horas de sueño: un buen descanso siempre es recomendable para que nuestro cuerpo recupere las energías que necesita para comenzar nuevamente.
- Cuida tu salud mental: ya que nos permitirá enfrentar de manera positiva cada reto que tengamos en nuestra vida. /Con información de Infobae-