Después de tres años de intenso trabajo creativo y exploración personal, Rosalía se prepara para inaugurar una nueva etapa en su carrera con Lux, su cuarto álbum de estudio, que se lanzará el próximo 7 de noviembre. Con 18 canciones distribuidas en cuatro movimientos y una duración aproximada de una hora, el disco representa un viaje introspectivo que conecta con las luchas internas del ser humano: la dualidad entre luz y oscuridad, el amor y el anhelo de lo espiritual.

El proyecto es un hito multilingüe en la carrera de la artista, incluyendo 13 idiomas entre ellos español, catalán, inglés, latín, siciliano, portugués, francés, ucraniano, árabe, mandarín y alemán, lo que le permite derribar barreras culturales y comunicar su mensaje de manera universal. A través de esta obra, Rosalía explora también el misticismo femenino, fusionando flamenco, ópera y pop en un ejercicio de experimentación sonora sin precedentes.
Desde el inicio del álbum, con temas como Sexo, Violencia y Llantas, la cantante establece un diálogo entre lo terrenal y lo divino, mientras que en Reliquia comparte un lado más íntimo, abordando pérdidas personales y etapas de su vida vividas en distintas ciudades, incluyendo referencias a su relación con Rauw Alejandro. A lo largo del disco, canciones como Divinize, Porcelana y Mio Cristo muestran su virtuosismo vocal y su capacidad de adaptación a diferentes idiomas, mientras que temas como Berghain, en colaboración con Björk y Yves Tumor, demuestran la amplitud de influencias que nutren el proyecto, desde la música tecno berlinesa hasta la espiritualidad medieval inspirada en Hildegarda de Bingen.
El segundo movimiento del álbum profundiza en la transformación personal, con La Perla y De Madrugá abordando desilusiones, rupturas y la búsqueda de equilibrio emocional. En el tercer movimiento, Rosalía inicia un camino de aceptación y autoafirmación, con canciones como Dios es un Stalker y Focu ‘ranni, que transmiten calma, reflexión y empoderamiento personal. Finalmente, temas como Novia Robot y Magnolias cierran el disco con un enfoque en feminismo, liberación y trascendencia espiritual.
La producción de Lux contó con la colaboración de la Orquesta Sinfónica de Londres, bajo la dirección de Daniel Bjarnason, y la participación de voces femeninas destacadas, como Björk, Carminho, Estrella Morente, Silvia Pérez Cruz, la Escolanía de Montserrat, el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, Yahritza y Yves Tumor. La grabación y los arreglos se realizaron bajo la dirección artística de Rosalía junto a Noah Goldstein y Dylan Wiggins, fusionando tradición operística, clásica y la energía contemporánea del pop.
El lanzamiento internacional del álbum fue anunciado con una icónica imagen de Rosalía en Times Square, vestida de blanco y con un velo que evocaba una figura mística, consolidando Lux como un proyecto que desafía los límites convencionales del pop y reafirma a Rosalía como una artista que combina audacia musical, profundidad espiritual y sensibilidad emocional.
Para Rosalía, este disco no solo representa un logro artístico, sino también un proceso de aprendizaje y exploración personal: “Han sido tres años trabajando en un proyecto completamente diferente a lo que había hecho antes. Daba un poco de miedo”, confesó la cantante. En palabras de la artista, Lux es un “rompecabezas” y un “laberinto” donde cada elemento idiomas, referencias culturales, colaboración con voces diversas contribuye a una experiencia única que invita al público a un viaje introspectivo y transformador.
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