Un grupo de científicos ha logrado uno de los hitos más trascendentales en la historia de la telecomunicación cuántica: la teletransportación cuántica de partículas utilizando la infraestructura existente de internet. Lo que alguna vez fue parte del imaginario de la ciencia ficción, hoy comienza a convertirse en una realidad tangible gracias al avance de la tecnología cuántica.

¿Cómo fue posible la teletransportación?
El fenómeno clave detrás de este logro es el entrelazamiento cuántico, una propiedad que permite que dos partículas permanezcan interconectadas sin importar la distancia física entre ellas. Hasta hace poco, esta teletransportación solo se había logrado en entornos altamente controlados, utilizando redes de fibra óptica especializadas.
Sin embargo, investigadores de la Universidad de Northwestern rompieron esta barrera al teletransportar un fotón a través de 29 kilómetros de una red pública de internet, algo nunca antes conseguido. Este experimento marca un precedente histórico: por primera vez, las señales cuánticas y las señales convencionales convivieron exitosamente en la misma red.
Para lograrlo, los científicos emplearon técnicas avanzadas como el uso de canales de la banda O, filtrado espectro-temporal y detección de coincidencia multiphotónica. Estas herramientas protegieron la integridad del estado cuántico contra las interferencias provocadas por la dispersión Raman espontánea, común en redes de telecomunicación.
¿Qué significa esto para el futuro?
Este avance demuestra que no es necesario construir una nueva infraestructura para desarrollar un internet cuántico. La posibilidad de integrar redes cuánticas dentro de las redes clásicas existentes abre la puerta a una nueva era de comunicaciones ultra seguras y procesamiento cuántico compartido.
Las aplicaciones potenciales son inmensas: desde sistemas de criptografía imposibles de interceptar, hasta supercomputadoras cuánticas en red que transformarían áreas como la inteligencia artificial, la medicina personalizada, y la sensorización de precisión.
Además, la imposibilidad de copiar o interceptar qubits entrelazados sin alterar su estado proporciona una seguridad inquebrantable que revolucionaría el manejo de datos sensibles y comunicaciones gubernamentales, financieras y personales.
El inicio de la nube cuántica
Este logro también impulsa el desarrollo de la nube cuántica, una infraestructura en la que empresas como IBM y Google ya están invirtiendo, y que permitiría a investigadores de todo el mundo acceder a procesadores cuánticos remotos desde cualquier lugar.
La posibilidad de teletransportar información cuántica a través de redes públicas allana el camino hacia una computación cuántica más accesible, potente y segura, transformando radicalmente nuestra forma de interactuar con la tecnología.
Si bien la teletransportación de personas aún sigue siendo un sueño lejano, esta hazaña científica demuestra que la teletransportación cuántica ha dejado de ser solo una teoría. Y aunque aún no lo veamos en nuestro día a día, su presencia está cada vez más cerca de transformar el mundo tal como lo conocemos.
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